Aproximadamente a las 7:37 del 2 de agosto de 2014 se produjo una explosión en una fábrica de harina. Causó que varias personas resultaran heridas y murieran. Pero ¿por qué explotó sin explosivos? ¿Porque sólo había polvo? Con esta pregunta en mente, permítanme contarles primero una pequeña historia.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la fuerza aérea de Hitler continuó bombardeando el Reino Unido. Las bombas cayeron del cielo. La propietaria de un molino harinero británico estaba secretamente agradecida de que la bomba no impactara en su fábrica. Sin embargo, casi al mismo tiempo que caía la bomba, se produjo una gran explosión en el taller. Entonces el techo voló hacia el cielo. Porque el poder de la explosión superó el efecto de la bomba.
¿Por qué explota la harina?
1. El trabajo realizado por el molinillo que consume energía eléctrica se convierte y se almacena en la superficie de la harina para formar “energía superficial”.
2. Cuanto mayor sea el grado de trituración, es decir, más pequeñas serán las partículas. Entonces cuanto mayor sea el área superficial y mayor la energía superficial.
3. Después de ser triturado hasta convertirlo en harina, su energía superficial puede alcanzar 2,7*106 julios. Es el mismo trabajo que levantar un objeto del mismo peso a 2.700 metros de altura. Entonces la energía superficial aumenta 100 millones de veces.
4. El polvo tiene una energía superficial muy alta. Por tanto, es fácil sufrir cambios físicos o químicos para liberar su energía. Por lo tanto, una vez que estos pequeños polvos se mezclen completamente con el aire, reaccionarán rápida y violentamente cuando se expongan al fuego. Luego liberará enormes cantidades de energía en un instante. Entonces provoca una explosión de polvo.
5. No sólo la harina, sino también cualquier polvo resultante de la combustión, como el cacao, el corcho, la madera, el caucho ligero, el cuero y los plásticos, pueden explotar. Además, también pueden explotar casi todos los compuestos orgánicos y diversos materiales inorgánicos como el azufre, el hierro y el cobalto. Una vez que alcanzan una cierta concentración en el aire, con una llama abierta, incluso una chispa, provocará una explosión.